Helena murió una tarde de Abril, dejando en mi corazón la mas profunda herida que ha podido haber en el.
Su sonrisa, su largo cabello negro, su inocente mirada, todo se fue, su dulce voz se apagó dejando un gran silencio.
Ella era un ángel, su tierna piel daba cuenta de su juventud.
Murió presencia mía, sujetándome la mano, en redes de una extraña enfermedad. Antes de morir me miro fijamente a los ojos y dijo con su voz apenas perceptible: "Nunca te dejaré, Antonio", sonrió débilmente y cerró los ojos...... para siempre.
Nunca más pude saber lo que era la felicidad, con ella lo tenía todo, pero ella ya no esta más. Nunca me resigne a perderla, me sumergí, después de su muerte, en una gran pena, solo estaba en mi cama, recordándola solo a ella.
No quería salir, las calles de la ciudad me parecían todas, demasiado alegres para mí, aquellas calles, en donde alguna vez paseé con Helena de la mano, aquellas calles, ahora ajenas a mi dolor. Las carrozas, demasiado bullosas para mí, la plaza, llena de la inocencia de niños, sus rizas, no era lugar para mí. Mi mundo solo era ella, y ahora todo lo que tenía a mí alrededor tenia su perfume, en cada rincón se escuchaba su risa. Me estaba muriendo.
Y lo hubiera hecho, si es que no aparecía Isabella, ella me dio fuerzas para seguir viviendo, casi forzadamente.
Ella era todo lo contrario de helena, tenía el cabello rojizo y rizado, de carácter fuerte y serio, ella no tenía tiempo para niñadas. Se veía en su rostro la madurez, aunque fuera joven aún.
Ella me abrió los ojos, me hizo ver, su carácter, nada dulce, me hizo despertar de ese mar de desaliento en el que estaba sumergido, de repente.
Le quería, definitivamente se volvió una parte importante en mi, pero jamás pudo llenar el vacío que dejo mi siempre amada Helena.
A los 2 años de haber perdido a Helena, me casé con la mujer que me devolvió al mundo real, Isabella, porque sin ella, estaría de nuevo nadando en mis tristezas, la necesitaba para poder respirar, y la necesitaba por que ella era la única que evitaba que muriera de amor por Helena.
A los tres meses de mi matrimonio, empecé a extrañar cada vez mas a mi amada, aun podía sentir su presencia, podía oír su voz, cuando me sumergía nuevamente en mi dolor, estaba Isabella ahí para salvarme.
Un día, de aquel mismo mes, como siempre, acompañaba a Isabella en la sala de la casa mientras ella tejía, siempre en silencio, hasta que el reloj y su cantar marcaran que ya era media noche, entonces, subía a descansar, dejándola a ella para que terminara su labor.
Cuando entre a mi habitación y cerré la puerta, cayó a mis pies una foto, era la imagen mas dulce y dolorosa que jamás existirá en mi alma. Era ella, Helena, mirando al vacío, sin ningún gesto en su rostro. Era la más hermosa de las miradas. NO recordaba en como esa fotografía en blanco y negro había llegado a esta casa. Pero estaba allí.
Helena, solo su nombre estaba en mi cabeza. "Cuanto daría por que regresaras", esas fueron las ultimas palabras que salieron de mi boca antes de quedarme dormido.
En medio de mis sueños, pude sentir una cosa fría y suave rozar mi mejilla, lo cual interrumpió estos. No había nada ni nadie cerca. Bajé y en la sala aun estaba Isabella tejiendo. Me miró con extrañeza, pero siguió tejiendo.
La noche siguiente volví a sentir aquella cosa rozar mis mejillas. Y a la siguiente, estaba seguro que pasaría lo mismo, así que me hice el dormido y................¡si!... sentí otra vez aquella extraña cosa fría en mis mejillas, pero estaba vez, en un movimiento rápido, pude sujetarla. Era el brazo de alguien. Abrí los ojos......
Y estaba al frente mío..... Tenía la misma hermosura de antes, pero...ella lucía diferente. Su cabello estaba igual de negro, pero no brillaba como antes, sus oscuros ojos no tenían la misma expresión, estaba más pálida, y al contorno de estos se veía una sombra oscura. Pero era ella. Aun se veía esa inocencia en su rostro.
Sígueme- dijo casi susurrando. Me levante...Tome su mano y me deje llevar por ella.
Bajamos por las escaleras. Isabella estaba en la cocina, así que pudimos salir sin que ella se diera cuenta.
Caminamos, sin decirnos nada, hasta el cementerio.
Allí nos sentamos en una banca, frente a una escultura. Ella me miro a los ojos. Los suyos habían estado llorando, no tenían brillo.
Vamos- me dijo- Ven conmigo, estaremos juntos, siempre.
Es lo que mas deseaba, quería estar con ella para siempre...pero algo no estaba bien, seguía viéndose como ella, pero definitivamente no era ella, no era la misma, no tenía......esta chispa que tenia antes. La amaba, pero no podía irme con ella.
Isabella, que iba ser de ella......pero....la mujer que amaba estaba delante de mi...y estar con ella para siempre es lo que mas quería....
Helena tomo mi mano, y yo en un impulso di dos pasos adelante mirándola fijamente a esos ojos sombríos.
-Antonio!-. Escuche de repente. Volteé para ver quien había gritado mi nombre. Era Isabella
Me había seguido, y se había ocultado atrás de un árbol.
- No te voy a detener, solo quiero que sepas que tu perteneces a este mundo y no al de ella- dijo
La mire mientras hablaba, y vi como una lágrima recorría una de sus mejillas.
-Isabella- dije.
Pero ella volteo la cara (pues jamás le gusto que la viese llorar) y dijo casi en murmullo " No me dejes"
Helena la miro sin expresión en su rostro y apretó con más fuerza mi mano.
-Ella tiene razón, le dije mirándola- te amo mas que cualquier otra cosa, pero yo no puedo ir junto a ti, porque yo pertenezco a aquí-
Ella soltó mi mano y empezó a sollozar, le seque las lágrimas con el pulgar. Dio media vuelta y empezó a caminar cantando una canción, la mas triste que he podido escuchar hasta ahora, pero también la mas dulce.
Siguió caminado hasta que desapareció en el horizonte.
Vamos- dijo Isabella- Debes dormir, mañana tienes que ir al ayuntamiento, no lo olvides.
Esta bien- le dije caminando hacia ella, le tome la mano y así caminamos hasta nuestra casa.
Jamás hablamos de lo que sucedió esa noche y yo jamás deje de amar a Helena, pero comprendí que ella ya no estaba y que no podía hacer nada para cambiarlo, solo debía esperar que la muerte me llevara junto a ella, solo así podría permanecer su lado, por siempre......
D-Evan

3 comentarios:
siempre tuve una duda....Helena es con H?
Salu2.
BuEno...nO sE cOmo SE llAmAraN lAz OtraS ElEnAS....pEro EstA eS cOn H!! ... =)..
Pa LOs NomBRes No Hay ReglAZ!!!!!!!!!!!!!!! xD!
Este tambien me gusto mucho
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